Tecnología en Áreas Marinas Protegidas

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En la última década el desarrollo de la tecnología ha sido vertiginoso. Desde mejoras médicas, smartphones intuitivos, producción de superalimentos y la creación de satélites artificiales que orbitan permanentemente la tierra. La existencia de esta tecnología debería suponer una mejora en la vida de las personas, de los seres vivos y de los ecosistemas de nuestro planeta, así como su aplicación en todos los ámbitos incluyendo el de la conservación. Sin embargo esto no es así, ya que la tecnología existe, ha sido creada pero aún no está disponible para todos los países, ni para su uso en protección de los ecosistemas marinos; siendo un camino que apenas ha empezado a reconocerse.

El 16 de mayo de 2018 se llevó a cabo el taller “Tecnología en Áreas Marinas Protegidas” organizado por la Fundación del Santuario Marino de California y el Instituto de Oceanografía del SCRIPPS localizado en San Diego, California. A este taller asistieron desarrolladores de tecnología, científicos que han asesorado y usado los dispositivos tecnológicos, tomadores de decisiones, así como organizaciones conservacionistas y de gobierno.

La primera parte del taller consistió en presentar la tecnología disponible por los desarrolladores, quienes dieron a conocer a los asistentes aquellos dispositivos existentes, las mejoras proyectadas y las posibles aplicaciones para la preservación de los ecosistemas marinos.

En una segunda sesión, la parte académica explicó la forma en cómo se ha incorporado la tecnología en el cuidado de las Áreas Marinas Protegidas de San Diego y cuáles son los retos por superar.

Algunas tecnologías que fueron presentadas en el taller fueron satelitales, las cuales consisten en trazar el desplazamiento de las embarcaciones que transitan en las Áreas Marinas Protegidas de San Diego, llegando a identificar actividades ilegales mediante los patrones de desplazamiento y pudiendo detener a los infractores. Esta tecnología ha permitido combatir la pesca ilegal, las pesquerías con artes de pesca prohibidas como lo son las redes de arrastre que se reconocen por un recorrido lento y recto, así como la presencia de embarcaciones ilegales en zonas protegidas.





La tecnología de seguimiento satelital permite trazar el desplazamiento de las embarcaciones que transitan en las Áreas Marinas Protegidas

Además de los satélites, se ha empleado el uso de drones con grandes tiempos de vuelo, que permiten captar imágenes in situ de las actividades realizadas en las áreas así como conocer a detalle la forma de la costa y la vida silvestre que habita en ellas.

Otra tecnología muy útil que se ha empleado para combatir el tráfico de especies silvestres, y la comercialización de alimentos prohibidos, son los escáneres de ADN que a partir de una pequeña muestra de tejido reconocen el ADN y nombre de la especie sin necesidad de tener un entrenamiento o laboratorios especializados.

Durante el taller se discutió la aplicación, utilidad y problemas a los que se enfrentan las Áreas Protegidas al reconocer situaciones en las que la tecnología ha jugado en contra, siendo empleada únicamente con fines de explotación.

Además del taller, hubo una demostración de los dispositivos. Durante esta, se conoció una “estación meteorológica” con forma de tabla de surf, que fue equipada con sensores para registrar parámetros físicoquímicos en el mar abierto como temperatura e intensidad del viento. Esta tabla es capaz de funcionar de manera autónoma y llegar a sitios adversos en los que es difícil enviar personas o embarcaciones, además de la reducción de costos necesarios para las tripulaciones. En otro stand, otro equipo trabaja en la creación de impresiones 3D del fondo marino, en este taller se presentó un modelo de cómo lucen realmente las zonas con arrecifes de coral, permitiendo ver de cerca la tridimensionalidad del ecosistema que gracias a ello provee de refugio a la fauna marina. ¿Te imaginas tener en tus manos un pedacito de los arrecifes de México?





Arrecife de coral de Cabo Pulmo, México. Foto: Claudio Contreras Koob

Hasta aquí fuimos capaces de maravillarnos de las posibilidades que podríamos tener para cuidar nuestro planeta, sin embargo existen iniciativas que involucran la tecnología y que ¡ya están siendo usadas! Un ejemplo de ello es la ciencia ciudadana, que con instrumentos simples como binoculares y un smartphones, se ha logrado registrar en tiempo real el uso que se le da a las playas en la costa de California, los lugares en los que se avistan ballenas o aves y el estatus de manejo de ciertos ecosistemas a través de aplicaciones. Parte de esta iniciativa es llevada a cabo por el equipo de WILDCOAST





Estudiantes registrando las actividades realizadas en Áreas Marinas Protegidas de San Diego

Por desgracia este panorama existe en la costa de California, sin embargo las costas de México se encuentran unos pasos atrás. Actualmente existen esfuerzos variados llevados a cabo por instituciones gubernamentales, no gubernamentales, académicas y de las localidades que se encaminan a proteger sus recursos naturales.

A pesar de la utilidad de la tecnología en el manejo, programas de vigilancia, eliminación de la pesca ilegal, control de las actividades turísticas, monitoreos de la fauna de las Áreas Naturales Protegidas y la incorporación de los ciudadanos en el cuidado de los recursos naturales de México, su aplicación en los sitios bajo jurisdicción gubernamental es escaso.

Quizás es momento de pensar en trabajar por adquirir y desarrollar la tecnología que nos permita cuidar de nuestras ANPs de manera eficaz y certera, que involucre a los principales actores envueltos en el cuidado de los ecosistemas marino-costeros, ¡los ciudadanos!