“El Cambio Climático es entendido como, aumento de la temperatura promedio en el planeta, resultado de una mayor concentración de gases en la atmósfera. Sus efectos son más sensibles en comunidades costeras, siendo más vulnerables aquellas que se localizan sobre terrenos planos, ligeramente sobre el nivel del mar»
(Plan Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Baja California Sur, 2012)
El pasado mes de diciembre, COSTASALVAJE realizó dos talleres de Adaptación al Cambio Climático en las comunidades costeras El Delgadito y El Dátil. Ambas comunidades se localizan sobre la ribera de la Laguna San Ignacio, una de las tres lagunas costeras más grandes de la Península de Baja California y donde cada año, de diciembre a abril, cientos de ballenas grises (Eschrichtius robustus) llegan para aparearse, reproducirse y alimentar a sus crías.
A través de estos talleres, se buscó identificar las principales amenazas que los habitantes de estas comunidades costeras identifican como parte de los efectos del Cambio Climático, así como cuáles son las medidas o estrategias de mitigación que están implementando o proyectan realizar a futuro para reducir sus impactos.
Durante una tarde de trabajo en cada comunidad, a través de una técnica participativa, los asistentes identificaron las amenazas que se presentan en la región como parte de los efectos del Cambio Climático; posteriormente, se describieron los efectos que tienen las amenazas sobre las comunidades y sus dinámicas; y finalmente, se trabajó sobre las acciones, medidas o estrategias de mitigación que se implementan o pueden implementarse para reducir los impactos de las amenazas en las comunidades y sus pobladores.
Los habitantes de estas comunidades costeras reconocen que las características y condiciones de las tierras silvestres que habitan los hacen vulnerables a inundaciones recurrentes, una amenaza generada por el incremento sobre el nivel del mar y la ocurrencia de tormentas tropicales acompañadas de abundantes precipitaciones. Otra amenaza que identificaron es la disminución de la producción de especies comerciales de pesca, como ha ocurrido en los últimos años, lo cual se relaciona con el incremento en la temperatura de las aguas marinas circundantes. La pérdida de la cobertura del manglar que resguarda las costas de la porción sur de la Laguna San Ignacio, es una preocupación mayor para los habitantes de estas comunidades costeras ya que saben que entre los servicios ecosistémicos que brindan, esta la protección de las costas y de sus viviendas.
Entre las propuestas presentadas para atender estas amenazas reconocieron la importancia de mantenerse informados de los programas de contingencias ambientales, así como contar con un plan de evacuación e incluso, un plan de reubicación o construcción de casa habitación en zonas altas, es decir, reubicar los asentamientos humanos hacia áreas alejadas de arroyos y esteros. Identificaron también la necesidad de la construcción y mantenimiento de infraestructura de comunicación adaptada para resistir el paso de arroyos que crecen considerablemente durante temporada de huracanas y lluvias, y que impactan algunos tramos de las rutas de acceso a las comunidades. En pocas palabras: construir puentes sobre los cauces de arroyos.
Asimismo, los asistentes identificaron la necesidad de fortalecer las actividades productivas y la diversificación de éstas a través de la creación de un programa que fomente actividades acuícolas sustentables. Además, enfatizaron la necesidad de establecer un programa permanente de vigilancia para dar seguimiento al cumplimiento de leyes y normas de pesca sustentable, así como incentivar los programas de limpieza de ecosistemas y vigilancia de los ecosistemas y recursos naturales de la región.
Ante escenarios proyectados de aumento en frecuencia e intensidad de huracanes, los habitantes proponen que en primera línea de mitigación de impactos es necesario continuar apoyando y fortaleciendo el programa de restauración del bosque de mangle, fomentar la limpieza de ecosistemas y la vigilancia en la zona pues están al tanto de que los manglares brindan protección contra tormentas e inundaciones y que, además, son criaderos para especies de peces y otros organismos comerciales de la región.
Se sabe que, una de las mejores estrategias ante los embates del Cambio Climático es promover la conservación de los ecosistemas como corales, manglares y dunas costeras que ofrecen protección contra algunos de los efectos del Cambio Climático (como inundaciones, olejae intenso por tormentas, etc.). Con estos ejercicios participativos, COSTASALVAJE busca apoyar a las comunidades costeras en la búsqueda e identificación de alternativas para hacer frente al Cambio Climático, reduciendo los riesgos para sus habitantes, pero al mismo tiempo, promovemos la conservación de los ecosistemas costeros y marinos y la vida silvestre.
Agradecemos la participación de pescadores, amas de casa y pobladores en general de las comunidades El Delgadito y El Dátil. La participación abierta y entusiasta con la que compartieron su visión durante los talleres, demostró una vez más el gran respeto que tienen por el entorno en que habitan y los ecosistemas de la Laguna San Ignacio, al tiempo que continúan siendo una fuente de inspiración para nuestro equipo.
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