Rapeleando en Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California, México. Crédito de foto: Tannia Frausto.
Mi historia
Nací en la Ciudad de México, una ciudad llena de edificios y carros. Por fortuna, mis papás nos llevaban una vez al año a la playa en Manzanillo, Colima en la costa del Pacífico Mexicano. Ahí aprendí a nadar, conocí las iguanas, la selva y los manglares. Fue ahí en donde me enamoré del mar. Desafortunadamente, también fue en donde conocí la degradación ambiental pues cada año que volvía algo había cambiado: el agua estaba más contaminada, había más basura y menos selva, hasta que al final Manzanillo se convirtió en un puerto industrial. Esta historia me impulsó a estudiar biología en el Instituto Politécnico Nacional y trabajar para evitar que la historia que ví en Manzanillo se repitiera en otro lado.
En el 2010 estudié una maestría en Ecología Marina en el CICESE, y me incorporé a COSTASALVAJE en el 2013. Inicié como Coordinadora de la costa de Oaxaca en donde comencé con los proyectos de conservación de tortugas marinas y corales. Posteriormente, en el 2015 trabajé de la mano con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas para impulsar la protección de 142 humedales de importancia internacional en México. Finalmente, desde el 2016 soy Manager de Cambio Climático en donde busco implementar la conservación de los manglares como una solución natural ante el cambio climático.
Bahía de Loreto, Baja California Sur, México. Crédito de foto: Celeste Ortega.
Cómo mi trabajo impacta el cambio climático
En COSTASALVAJE trabajamos para conservar 19,000 ha (47,000 acres) de manglar en el noroeste de México, los cuales almacenan en sus hojas, raíces y suelo alrededor de 3.4 millones de toneladas de carbono. Esto equivale a las emisiones producidas por 3 millones de vehículos conducidos durante un año, aproximadamente. Además, conservamos los servicios naturales que nos ofrecen los manglares, como protección ante huracanes y regulación del clima local.
Manglares en México. Fotógrafo: Miguel Angel de la Cueva.
Cómo mi trabajo impacta a las comunidades
Cada comunidad tiene su propia historia, retos y fortalezas. Por ello, es importante que al comenzar a trabajar en una comunidad dialoguemos con ellos e identifiquemos de manera conjunta cuáles son las principales necesidades ambientales que hay en la comunidad: ya sea coordinar una limpieza de playa después de un huracán, un taller de capacitación en monitoreo de tortugas, apoyo para la defensa legal de una área protegida, una plática sobre la importancia de los arrecifes a los guías turísticos, apoyo en la gestión para la conformación de una cooperativa de conservación de tortugas marinas, o bien una plática de sensibilización a las autoridades locales sobre biodiversidad y cambio climático. Gracias al diálogo abierto con sus habitantes hemos podido identificar las acciones que tienen realmente impacto en la calidad de vida de la comunidad.
Taller de capacitación sobre ecosistemas costeros a autoridades locales. Huatulco, Oaxaca. Fotógrafo: Carlos Orozco.
Taller de capacitación sobre arrecifes de coral a guías turísticos. Huatulco, Oaxaca. Archivo fotográfico de COSTASALVAJE.
Por qué me convertiste en conservacionista
Sin duda, he sido una persona muy afortunada que ha podido disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión, ya sea buceando en Cabo Pulmo, B.C.S., viendo las ballenas en Laguna San Ignacio, B.C.S, o apreciando una “arribada” de tortugas marinas en Río Seco, Oaxaca. Mi compromiso es que mi sobrina y todas las nuevas generaciones tengan la misma oportunidad de disfrutar de las naturaleza como yo lo he hecho.
Ballena gris en Laguna San Ignacio, Baja California Sur.
Recuerdo favorito de trabajar en WILDCOAST
Uno de mis recuerdos favoritos es cuando daba pláticas sobre conservación de tortugas marinas y arrecifes de coral a los niños de las comunidades indígenas de la costa de Oaxaca. Lo que más les asombraba era saber que los arrecifes de coral no son rocas, sino seres vivos, animales diminutos. Los niños son siempre el mejor público porque son curiosos por naturaleza y los mejores aliados para difundir el mensaje de conservación dentro de la comunidad.
Actualmente, los niños y niñas, ya sea en comunidades indígenas o en ciudades, son más sensibles a las problemáticas ambientales, en particular a la contaminación por plásticos y al cambio climático. Eso me da esperanza de que en el futuro tendremos ciudadanos más comprometidos con el cuidado del medio ambiente.
Actividad de educación ambiental. Río Seco, Oaxaca.
El mayor desafío al que nos enfrentamos en este momento
Uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos el día de hoy es el “tiempo”. La lucha contra el cambio climático es una carrera contra el tiempo y por eso debemos ser estratégicos. Las soluciones naturales, como la conservación de los manglares es una de las acciones más efectivas para hacer frente al cambio climático.
Plática de educación ambiental en Río Seco, Oaxaca.
¿Qué es lo que desearía que todos supieran sobre su trabajo?
Nuestras actividades de conservación no solo benefician a las comunidades con las que trabajamos directamente. Cada hectárea de manglar que protegemos son toneladas de dióxido de carbono y de metano que evitamos que lleguen a la atmósfera, lo que ayuda a reducir los efectos del cambio climático y eso es un beneficio global.
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